Followers

Meet The Author

25/8/13

Without You

Con los ojos vidriosos y los pies doloridos. Con la cabeza alta y sin rastro de rímel en las pestañas. Las lágrimas se encargaron de borrarlo.
Anoche se anestesió a sí misma con alcohol como no hacía desde hace tiempo, pero esta vez, después de tantas batallas y guerras, no podía más. Necesitaba buscar la manera de hacer desaparecer esas ideas de su cabeza.  El recuerdo trataba de asfixiarla, amenazaba con hacerla enloquecer y decidió que debía ser ella quién lo ahogase a él, aunque eso supusiera beber como nunca... Pero por muchas copas que pedía, por muy rápido que vaciaba los vasos, por mucho que se esforzaba por concentrarse en dar tragos largos no podía evitar gritar su nombre, que se perdía entre la música que retumbaba. No tenía voz, pero seguía llamándolo, allí donde nadie podía oírla. Sientiéndose más sola que nunca en un lugar atestado de gente.
Y cuándo al fin llegó a casa, tambaleándose, las luces apagadas, el silencio y olor a jazmines lo volvieron a llevar de vuelta hasta su cama. Y se acurruca entre unas sábanas llenas de recuerdos pero él ya no está.
Y así se levanta, una mañana más de domingo, acordándose de sus ojos, de su piel. Y lamentándose por todo y a la vez por nada. Por que tratar de sacarlo de su cabeza le parece tan imposible como romper una pared de hormigón a puñetazos.

4/8/13

Nigthmare

Los sueños demasiado largos se deterioran hasta convertirse en pesadillas y eso Lenn, lo sabe perfectamente. No puede dormir, una vez más está vagando por una habitación que parece demasiado grande, demasiado ajena a ella y a todo lo que conoce. Enciende otro cigarrillo y se acerca a la ventana, la ciudad está silenciosa pero iluminada. Es una imagen que siempre la tranquiliza, la llena de paz y por un momento siente que ese vacío tan profundo que la hace congelarse en las noches más cálidas, que ese dolor punzante que empieza en su estómago y desemboca en su garganta convirtiéndose en un nudo horrible que pretende hacerla llorar, remite un poco y la deja sentirse a gusto. Claro está que Lenn no siempre está así. Ella es feliz, suele estarlo siempre, pero a veces se pregunta si todo hubiese sido distinto en el caso de haber tomado otra decisión. Eso la hace pensar, la hace pensar demasiado. Hace tiempo que debería haberla llamado, pero no lo hace. No ha pensado en hacerlo. Marca rápidamente un número sin pensarlo, sin sentirlo. Pero no esa la persona a la que debería telefonear.
Un tono, dos tonos, tres tonos.
-¿Lenn?
-Hola
-¿Qué te pasa?
-¿Has conocido a alguna vez a alguien muy importante en tu vida que poco a poco ha pasado a ser menos?- La pobre no sabe como plantear el problema, y es que su nueva amiga no es lo que se dice trigo limpio, esconde algo, no habla mucho, pero suele dar buenos consejos y eso es lo único que Lenn necesita ahora mismo.
-Mi pequeña boba, eso le pasa a todo el mundo, primero son conocidos que pasan a amigos y después a mejores amigos y a partir de ahí todo va hacia atrás, la palabra 'mejores' se pierde por un camino pedregoso y lleno de obstáculos y solo queda la palabra 'amigos' y al poco tiempo esas personas se convierten en 'gente a la que solías conocer' y después de eso nada.
- Pero... nada ¿Hasta que punto?
-Hasta el punto que ambos quieran darle, podrían evitarse cuando se ven por la calle, podrían odiarse en secreto y fingir las sonrisas o podrían llegar a escupirse insultos si se encuentran frente a frente en la puerta de una cafetería atestada de gente...-La chica qué a pesar de las altas horas de la madrugada no parece tener sueño hace una pausa y se pregunta por los auténticos motivos que han llevado a Lenn a llamarla en ese preciso instante- Chica, no es esto por lo que me has llamado, ¿Verdad?
-Lo cierto es que no...Te sonará estúpido pero... He tenido una pesadilla-La chica espera a que su amiga suelte una carcajada pero no lo hace. El silencio la apremia a que se explique y ella lo intenta lo mejor que puede.- Al principio parece que todo está bien, es como un día cualquiera, pero sin previo aviso todo se rompe, todo desaparece o se aleja y corro por alcanzarlo pero se vuelve a ir una y otra y otra vez- Hace una pausa para comprobar que su amiga sigue ahí y que no se ha dormido. La oye respirar impasible y comprueba que la escucha con atención.- Aveces creo que mi subconsciente quiere decirme que hay un capítulo de mi vida que no está cerrado del todo y que ya va siendo hora de acabar...-Hace otra pausa, esta vez es mucho mayor que la anterior, toma aire y trata de relajarse no quiere que el recuerdo de su pesadilla interfiera en su relato, no quiere que el escozor de su garganta le impida narrar su historia y desde luego no quiere que unas lágrimas la hagan parecer débil, porque ella no es débil.- Soñé con ese maldito tren de Santiago... Y era tan real, tan condenadamente real... Y luego la vi a ella, pero no estaba como siempre... Porque la última vez que la vi no estaba en un ataúd...-De nuevo es detiene para respirar, la palabra ataúd se ha clavado en su alma como un cuchillo afilado y la hace sangrar por dentro- Pero no supe si acercarme o no... Y eso me ha hecho pensar... No es fácil recordar una cara que no has visto durante tanto tiempo... Pero parecía tan real, una piel blanca como la cal, los labios morados y un enorme corte en la frente causado por el traumatismo que le quito la vida, al menos no fue asfixia, pensé. Fue horrible. Cuando desperté no sabía como enfrentarme a la realidad, por un momento dudé sobre todo lo que me rodeaba ya no sabía que era fruto de mi imaginación o qué era fantasía.
-Debió de ser horrible- Era la primera vez que la oía afligida, así que su historia debía haberla calado bien hondo.
-Vivimos en el mundo de la comunicación y ¿Sabes cuántas veces he cogido el teléfono para llamarla? Ninguna. Y es extraño que justo ahora me apetezca hacerlo, y más extraño aún que no lo haya hecho ya. Tengo que intentarlo, por lo que pueda pasar en un futuro... Es mejor arrepentirse haberlo hecho que de no haberlo intentado, porque preguntarme en un futuro '¿Y si... aquella noche...?' no forma parte de mis planes.
-Ha pasado mucho tiempo, ¿Es tan importante?
-Si alguna de las dos sufriese un accidente, mis últimas palabras habrían sido 'Desaparece de mi vida'
-Quizás deberías tomarte algún tiempo para pensarlo mejor, estás alterada y eso te puede jugar malas pasadas en las decisiones.
Las dos colgaron a la vez. Lenn se quedó aturdida por la respuesta de su amiga, que a fin de cuentas era la voz de la razón.

Sueños, esos pedazos de muerte. Como los odio. Edgar Alan Poe.