Followers

Meet The Author

28/5/13

Just the beginning

Con dieciocho años y toda la vida por delante.
Tengo que fugarme y empezar a escribir mi historia. Pero si vuelves a preguntarme que a donde voy, tendré que quedarme. Mis ganas son muchas y mi valentía poca. Me lo estás poniendo muy difícil.  Mi destino es incierto. Y esta vez, como todas las demás, no quiero marcharme. No me apetece volver a huir. Te voy a echar tanto de menos. Pero... tampoco me queda nada que hacer aquí, he cumplido todas las metas que me había propuesto. He superado mis miedos. Y ahora, tengo que hacer la maleta. Ya lo sospechabas... Soy tan predecible... Un libro abierto, al menos para ti. El mundo no gira a nuestro alrededor, y lo sabes. No me mires así. Además estoy muy segura de hacia donde me llevará el viento. Aunque ya tengo algunos planes. Empiezo a creer que todo sucede por una razón. Que realmente de todo lo malo se puede sacar algo bueno, por muy pequeño que sea.
Supongo que por eso escribo esta carta, y por eso te la escribo a ti, una carta para todos y para nadie. Como un pequeño aviso de que me voy, me marcho. Me abandono. Dejo todo lo que conocía para buscar nuevos retos. Para contar mi propio cuento. Cada día una página nueva. Algunos capítulos no me gustarán y no querré volver a leerlos. Otros serán tan maravillosos que no querré acabarlos. Estoy impaciente por empezar, aunque me da un poco de miedo.
Gracias, por todo.
Ana ɞelén.

25/5/13

A little piece of heaven

Todo el mundo debería tener una canción, igual que nosotros tenemos la nuestra.

Es nuestra canción. Es nuestra condenada canción porque antes de conocerte ya me hacía pensar en ti. En lo que podríamos ser. En lo que nos depararía el futuro. Me hacía pensar que tus brazos serían la mejor fortaleza en la que me refugiaría nunca. Es nuestra canción porque sonaba la primera vez que rompimos las barreras que nos separaban. Cada noche, cuando la almohada era cruel conmigo y no quería dejarme descansar, yo escuchaba en mi cabeza los acordes, una y otra y otra vez. Aveces tarareaba y al final la almohada también cedía. Es nuestra canción. Nuestra y solo nuestra porque a su ritmo hemos hecho el amor miles de veces. Porque marca la banda sonora de cada uno de nuestros momentos. Porque nadie podrá sacarte de mi cabeza cuando su melodía fluya por el ambiente.
Siempre habrá arte en la música porque la música siempre será arte.

22/5/13

Disaster

"El que lo ha vivido sabe que el amor o muere o mata, 
porque amores que matan nunca mueren"

21/5/13

Coffee

Eres como una taza de café. Y no lo digo solo por el color de tus ojos. Eres adictivo, cada vez quiero un poco más de ti y no me canso. Un sólo día sin ti y caigo presa del síndrome de abstinencia. Me quitas el sueño, me mantienes en vela cada noche. Intenso. Muy intenso. La cantidad justa de dulzura. Como tiene que ser el café. Como te quiero a ti. Fuerte y caliente.
El acompañante perfecto para los domingos tristes. Perfecto para tomar a cualquier hora del día, según la situación lo requiera. Si se toma frío en los días más calurosos te devuelve la vida. Pero mejor aún es que si lo tomas caliente te impregna el alma. Te recorre todo el cuerpo calentando cada fibra sensible. Como el café. Algo indispensable en mi vida.
Una especie de droga que aún no han prohibido. Un placer de la vida que todavía no es pecado ¿O sí?
Te quiero café solo, fuerte, sin azúcar, hirviendo.

16/5/13

Do you know the enemy?

Eres tu peor enemigo. (Soy mi peor enemiga). Sabes que te estás equivocando, que caminas sobre una fina línea entre lo real y lo ilusorio, y más allá está el vacío. Un paso en falso y se acabó. Suena aterrador ¿Eh?. El fin. Eriza la piel solo oírlo. Y para aumentar esa desesperación no haces nada a derechas. Sabes que te vas a hacer daño y no te importa. Crees que ya ha pasado lo peor. Algo de razón hay en eso, ¿Qué puede ser peor que sentir que te ahogas mientras los demás respiran sin dificultad alguna? Ese fuego que quema, empieza en la garganta y llega hasta los pulmones, cada bocana de aire es como si tragases un mar de agua salada que te escuece y te va matando. Pero ya no importa. Aunque sabes que a las personas que te quieren, a las mismas que quieres, sí que les preocupas y si hacemos balance lo de ahogarse no es comparable con sus caras de preocupación, cuanto duele que alguien te quiera. Gritas y  les reprochas. Todo es un sinsentido. Y prefieres herirlos con tus palabras, para que se alejen, para que no sufran con tus hechos, para que no vean que tus secretos son los que te están matando. Los echas de tu vida o al menos tratas de hacerlo y aunque te duela, no podrías soportar que se culpasen por lo que te ocurre. Es mejor que se vayan, ignorantes. Que nunca lo sepan.
Levantas tu muro impenetrable y dejas a todos fuera, golpeando la puerta y tratando de entrar. Y tú lloras desde dentro, y las cicatrices de los cortes que te provocas empiezan a ser visibles a los ojos ciegos. Y no eres capaz de pararte a pensar que ocurriría si llegasen a culparse por lo que te pasa, porque el hecho de imaginarlo hace que las marcas rojizas empiecen a arder de nuevo. Si ocurriese... Sería el momento de saltar de esa línea y caer hacia abajo, al vacío. Buscando la paz en alguno de los camarotes hundidos del Titanic.
Ahora luchas porque no lo sepan, pero cuando no quede nada por lo que luchar habrá que rendirse.

Deben pensar que soy de piedra, de mármol, corazón de hielo y sentimientos de hojalata. Que no tengo sentimientos, que las cosas no me afectan. Y parece que si no se te ve llorando por los rincones y propagando el dolor por ahí, haciendo alarde de todo lo malo con surcos en las mejillas, no te importa nada. Y van muy desencaminados y no saben de lo que hablan. Pero sorpresa, a mí también me duele, también me afecta. Porque yo también lo siento. Como todos tiemblo de miedo cuando las cosas se tuercen. Me aterra lo que está por venir. Y no es un secreto que yo me desahogo con el papel y con los desconocidos. Las lágrimas están guardadas en el cajón, y los recuerdos desperdigados en alguna caja al fondo del armario.

Cabeza alta, ojos rojos, cicatrices y sonrisa. 

14/5/13

Tuesday

Otra vez me he levantado con esa odiosa sensación de detestar los martes. Y no sé por qué. Quizás mi subconsciente trata de decirme algo. A lo mejor se trata que de seis clases solo me interesan dos, y a veces ni eso. Solo sé que no los soporto. Aunque no es nada nuevo, es así casi desde principios de octubre. Y con el paso del tiempo ese fuerte rechazo a los martes ha ido aumentando... Durante la madrugada de los martes tengo más pesadillas... El día se hace pesado y monótono...
Supongo que les falta esa chispa que tienen los demás días de la semana. Ese algo que convierte un día mediocre en algo que vale la pena vivir. Carecen de historias fantásticas, de chistes buenos, de sonrisas especiales y de miradas mágicas. Son martes aburridos. Cansados. Desgastados. Que aburren. Que molestan. Peores que los malditos domingos. Martes que dejan mal sabor de boca.

Yo hablo de martes, de martes de madrugada. De martes por la mañana. La tarde... Ya es otra cosa.

11/5/13

Boulevard of broken dreams

-... Y esa es otra historia más del bulevar de los sueños rotos.
-No.
-¿No? ¿Cómo qué 'no'?. Ni si quiera era una pregunta.
-Esta no es otra de tus historias sobre amantes incapaces de dejar volar sus sueños, si sobre parejas que no consiguen hacer frente a sus problemas. En resumen no es de tus historias del bulevar de los sueños rotos.
-¿Qué es entonces según tú?
-Es la triste historia de una chica lo suficientemente cobarde como para dejar escapar lo que quería, no seguir luchando y no ser capaz de enfrentarse a las consecuencias de sus actos.

9/5/13

Romeo, save me

Otro más a su lista de 'amores de una noche' como ella los llama. Otro más a su lista de fracasos, y no es que estuviese buscando candidatos a 'príncipe azul', no, ella no cree en eso. Ella busca a alguien que sea capaz de hacerla olvidar, pero este tampoco lo había conseguido. Otra noche de sexo salvaje, otro más al que había puesto su cara mientras la cama se estremecía. Otro que en lugar de hacerla olvidar había vuelto a clavar más hondo aún, las ganas de tenerlo a él.
Cada mañana un hombre nuevo en su cama, una nueva decepción, una nueva derrota. Una mañana más de resaca y lágrimas. Ya está más que harta de tanta monotonía. El tiempo sigue pasando y el recuerdo permanece. Imperturbable. Inamovible. Parece como si se hubiese acomodado en su mente, para no volver a salir nunca. Instalado como ocupa en un cuerpo ajeno...
Y ella, pobre infeliz, puede enterrar bajo sus sábanas a todo el que quiere, a todos... Menos al que quiere de verdad. Y no sé si es venganza o desesperación pero lo que si sé, es que ella usa a los hombres, como herramientas, como parches de nicotina, como sedantes y alcohol. Como cualquier cosa que consiga hacerla olvidar al menos durante unas horas. Los usa intentando ahogar entre gemidos, pasión y sudor el recuerdo de algo que nunca ha ocurrido. Intentando sacar de su cabeza los besos que no dará, el cuello que no morderá, la espalda que nunca acariciará. Intentando acabar de una vez con la sensación de fracaso que le recorre todo el cuerpo.
Y eso la consume igual que se consume el cigarrillo entre sus labios. 'Es el último', dice. Pero nunca lo es, siempre cae otro y otro... Y lo último que la oí decir fue 'El día que lo tenga a él y solo a él, aunque solo sea durante unas horas, dejaré los cigarrillos para siempre. Hasta entonces prefiero morir lentamente antes que seguir viendo como se escapan las oportunidades día tras día.


6/5/13

Are you afraid?

Miedo. Miedo. Miedo... Es eso, solo eso... Negación. Se cierran las puertas. Se guardan las malditas cajas en el desván. Miedo Miedo. Miedo... Dolor... Arrepentimiento. Culpa. Culpa. Culpa. Conciencia. Subconsciente masoquista. Te muerde. Te hiere... No lo he superado. Llevo casi un mes escondida. Se me ha hecho eterno. Casi un mes enterrando sentimientos. Sepultándolos bajo una capa de indiferencia dañina. Pero parece que con el buen tiempo se evapora la indiferencia que tanto me ha costado conseguir, se derrite. Mal Mal. Mal. Sin enfrentarme a los hechos. Seguir creyendo que nada ha pasado. Así no duele...Tanto. Evadiendo el tema cuando surge en las conversaciones. Escondida bajo las sábanas de la ignorancia y el miedo.
Y mi subconsciente, valiente hijo de puta, me tortura por las noches, lanzándome indirectas, dardos envenenados en los sueños que me toca recordar cada mañana al despertar. Trata de hacer que me enfrente a mis miedos, quiere que tome las riendas de nuevo y que de una vez deje descansar a mi conciencia.
No puedes esconderte más-dice- Enfréntalo. Esto es la vida. En la vida hay muertes. Saca los recuerdos y desahógate de una vez. Que las lágrimas salgan, que el fuego se propague, arrase con todo y purifique tu alma.
Pero yo no puedo, soy débil, aunque no me crean, huyo del dolor, como un pobre animal asustado huye del cazador... Huyo de la pena, de los recuerdos felices que ya pasados, hacen daño. Miedo. Miedo. Miedo... Todo se resume a eso.
Los remordimientos no nos dejan vivir tranquilos, estado de descontrol de la mente. Conciencia, vocecilla intermitente que se cree dueña de toda tu identidad.
Somos unos inconscientes, pequeños y estúpidos cobardes.
Aquí tienes lo que pasa cuando tratas de olvidar la realidad, de evadirla porque duele, inútil, nunca consigues aislarte lo suficiente, no eres capaz de esconderte lo bastante bien... Te encuentra... No ganas... Eso nunca pasa... Es tu propio subconsciente el que te delata, te trae de vuelta, te obliga a plantarle cara al mundo. Te arroja a un combate de gladiadores y no te da armas. ¡Enfréntate a ellos! - Grita... Iluso, idiota... Estoy perdida, una vez más, no encuentro el camino de vuelta a casa.
Corro. Huyo. Grito. Lloro en silencio.
Miedo. Miedo. Miedo...

Se acabó el tiempo de valientes, de fuerza.

4/5/13

No limits, hard love

Seguro que esperas que me plante frente a tu casa. A una hora indiscreta. Que toque a tu puerta con toda la naturalidad del mundo. Probablemente esperes encontrarme con un ligero abrigo. Te cuestionarás sobre si llevo algo debajo. Desearás recorrer sin frenos las curvas de mi cuerpo, una vez más. De nuevo quieres que desafíe los límites de la realidad. Pretendes que olvide mis miedos y que te haga olvidar los tuyos. Quieres que te convenza de que lo que hacemos está bien, aunque sabemos que no. No estás siendo coherente. Me voy. No sé si para siempre o si sólo será por un tiempo. Pero me voy. Me marcho y no lo hago porque quiera. Me marcho y no para olvidarte, a pesar de que si lo hiciera sería un punto a mi favor... A nuestro favor. Somos dos personas inquietas, que buscan misterios que resolver. Juegos que ganar. Hemos tenido suerte de encontrarnos. No somos amigos, tan siquiera conocidos. Para el mundo que nos rodea, hemos pasado desapercibidos. No fuimos nada. Pero aún así yo prometo mantenerte en el recuerdo. Puedes estar tranquilo, me llevaré nuestro secreto lejos de todas esas miradas indiscretas que si supieran lo nuestro nos observarían con recelo. Ojalá nunca conozcan el efecto que causaste en mí.
Esto es difícil para los dos, y después de adentrarte en lo más profundo de mi alma, te será complicado volver a dormir. Querrás volver a sentir mis uñas en tu espalda.