Followers

Meet The Author

27/10/13

She has nothing to hide?

Querida tú, (o sea yo);

¿Qué te tengo dicho sobre los secretos? Que si son secretos es por algo, y es que a veces parece que lo olvidas. No puedes ir confiándolos por ahí, no sabes quién podría jugartela... Ya sé que en ocasiones te gustaría estallar, pero no puedes. Simplemente eso, no puedes. Pero ya es bastante difícil esconderlos por ti mismo, tus ojos te delatan cuando brillan como si el cielo se hubiese abierto de repente. Tu sonrisa involuntaria te juega una mala pasada, pero es imposible esconderla. Tus nervios te declaran una guerra que no puedes ganar y sólo te tienes a ti (me tienes a mí) para inventar unas excusas que cada vez son menos creíbles. Y aún así, te atreves a decir que necesidad contárselo a alguien... ¿Pretendes confiar en alguien cuándo a penas puedes confiar en ti misma?
Con el paso del tiempo pesarán más y más, esto no es nada, comparado con lo que vendrá. El mundo es cruel y te tiende los brazos, y cuando crees que va a acogerte, que pretende darte un abrazo  te empuja.
Querida tú, (o sea yo), sigue como hasta ahora, esconde los secretos en la caja al fondo del armario y trata de olvidar que están ahí. Los secretos te ayudan a mantenerme viva, (aunque en realidad te estén matando).

Querida tú, (o sea yo): Aguanta, se pasará.
Siempre se pasa.

25/10/13

Sweet Blasphemy

-¿Podríamos ir a tomar un café?
-Ya sabes que nunca me niego a un café.
Sentados a la mesa de aquella cafeterías, él no dejaba de agitar la bolsita de azúcar.
-¿Nervioso?-Dice ella con una leve sonrisa.
-Bueno, me ha costado lo mío pedirte que vinieses.
-¿Por qué?
-No pensé que aceptarías- Dijo abriendo la bolsita y vertiéndola en su café.
-Lo cierto es que no estaba segura de aceptar...
-No has cambiado nada.
-Tú en cambio estás distinto.
-He estado haciendo pesas.
-No en ese sentido, aunque ahora que lo dices también se nota.
Pasaron una agradable tarde entre recuerdos, risas y cafés.
-Ha sido una gran tarde-Dijo ella, levantándose- Cuando quieras volver a tomar un café, llámame.
-Espera-Dijo agarrándola del brazo y haciendo ademán de que volviese a sentarse, ella obedeció- Lo cierto es que aún falta algo.
-Cierto... Hemos hablado de muchas cosas, pero no del motivo por el que querías verme.
-He pensado... que ha pasado mucho tiempo...
-¿Qué tienes en mente?
-¿No quieres volver a intentarlo? Esta vez podría ser distinto.
-... ¿No has oído lo que dicen de las segundas partes?
-¿Qué son mejores?
-No, que nunca fueron buenas.
-Sí, algo así había oído, pero no me importa... y estoy seguro de que a ti tampoco ¿Qué dices? ¿Rompemos el mito?
-Rompamos el mito.

19/10/13

Two Story Town

-Él no lo sabe...
Pero es muy importante, es el factor que podría cambiarlo todo, aunque es mejor que no lo sepa, tiene demasiado poder...
-No te entiendo ¿Poder?
-Sí, poder sobre mí.
-¿Sobre ti?
-No pretendo que lo entiendas.
-¿Realmente es tan importante?
-Es más que eso, pero no tengo tiempo para explicártelo, no podría aunque quisiese.
-Está visto que no confías mucho en mí.
-Tengo que salir a buscarlo, necesito convencerlo...
-Creo que estás divagando...
-Puede ser...
Salí tan rápido como pude, no tardé demasiado en encontrarlo, estaba donde siempre, leyendo. Respiré hondo y me acerqué.
-¿Has decidido algo?
-Lo he estado pensando... pero aún no estoy seguro- Dijo con una leve sonrisa.
-Veo que te está resultando complicado...
-Lo cierto es que sí, tú en cambio pareces muy segura.
-Eso es porque estoy muy segura.
-¿Qué te hace estarlo?
-Nada en concreto, me siento a gusto aquí, sé que es mi lugar, donde quiero estar.
Cerró su libro y me miró, sonriente, interesado, había dado en el clavo, ya era casi mío.
-Me gusta que seas tan decidida...-Se acerca mucho y me acaricia lentamente el brazo- No obstante ¿Qué puedes ofrecerme?- Estaba previsto que diría algo así, esta vez me había anticipado.
-Lo que pidas-No vacilé y eso me daba mucha ventaja, no tenía motivos para sospechar.-Ven con nosotros, somos tu mejor opción...
-¿Por qué tantas ganas?
-Eres importante... La última pieza del puzzle...
-No lo sabía...
-Claro que sí-Lo interrumpí- Contigo todo está ganado y sin ti está perdido... Eres el único capaz de...
-¿Capaz de qué?-Dijo con una sonrisa aún más amplia.
-Capaz de todo.
Se sentó de nuevo y me arrastró con él.
-Nunca pensé que llegaría a ser tan importante para ti.
-¿Por qué dices que eres importante para mí?
-Te has tomado muchas molestias para convencerme, para llevarme contigo, debe ser por algo.
-Ya te lo he dicho, quiero que estés con nosotros en esto...
-Está bien, lo he decidido, pero quiero algo a cambio...
-Eso ya lo suponía...-Esperé unos segundos- ¿No dices nada?
-Sigo pensando...
-Bien, cuando se te ocurra algo dim...

¿Por qué tuvo que besarme?

18/10/13

Warmness On The Soul

Habitación 1086, está sentado releyendo una vez más la carta, se revuelve el pelo, se levanta y se mira en el espejo de la entrada, ojos verdes, pelo castaño, no hay sonrisa. Arruga la carta, la hace una bola y la tira la basura. Quiere llorar, tiene un nudo en la garganta, pero no llora. Quiere gritar, pero no grita. Vuelve a sentarse en el sofá y enciende la tele, pasa los canales, no pretende ver nada. La está esperando y sabe que no volverá. Se levanta y se acerca al balcón, saca un cigarrillo y empieza a fumar, caladas largas y pausadas. Una chica corre, se queda mirándola expectante, esperando que sea ella, pero no, otra vez falsas esperanzas, vuelve a caer en el desaliento...


'Reconozco que debería haberle llamado, debería haber ido a verlo una última vez, no he sido justa, para mí también es difícil'.
Se tumba en la cama, tiene el móvil en la mano, piensa en llamarla, pero rápidamente borra ese disparate de su cabeza. Vuelve a levantarse, esta vez más decidido y se mete en la ducha...
'Bueno... Supongo que todavía puedo llamarlo... Se merece un adiós como es debido'.
Un tono... dos tonos... tres tonos... nada.
Al día siguiente las noticias no hablan de otra cosa, la chica y el chico que se suicidaron.

15/10/13

What Doesn't kill you make you stronger

Tenía un nudo en la garganta y lágrimas en los ojos. Tenía miedo. Tenía frío. Temblaba. Tenía que hacerlo. Las dudas la consumían al igual que las cerillas de su amor desgastado. Lo quería, pero necesitaba una prueba, algo que le demostrase que él sentía algo por ella. Ya no soportaba las noches en vela, los días interminables y las canciones de amor. Ella quería que él encontrara su camino solo, quería saber si regresaría junto a ella al menos para despedirse.
Y ahora ve como vuelve. Está tan cambiado. Ya no se tambalea, ni camina cabizbajo, ya no la mira como si tuviese miedo de sus ojos. Ahora es fuerte y la acaricia con cuidado por si su cara de porcelana se resquebraja en mil pedazos ante la textura áspera de unas manos fuertes como las suyas. Ya ha respondido a su pregunta, ha hecho todo lo que tenía que hacer. Le ha demostrado que la quiere más que a nada y ella... Ella llora por haber desconfiado de él. Por haber dudado. Le ha dado una lección sobre como la oveja puede llegar a león.

9/10/13

Labios sabor nicotina

Y nos dieron la una, las dos y las tres, entre copa copa y copa, entre beso y beso, entre risa y risa. Y en el suelo de su apartamento las botellas caían vacías, los cigarrillos se consumían entre su boca y la mía. Entre calada y calada un beso y entre cada beso una sonrisa. Una sonrisa narcotizada. Atornillada. La vista se nublaba, y el corazón se disparaba, latía con fuerza, marcaba el compás de su propia canción, retumbaba mi cuerpo. La ropa empezó a desaparecer y caía al suelo para hacerle compañía a las botellas.
Los muelles de la cama gemían con un ritmo propio de la mejor composición escrita por el pianista más virtuoso que haya existido (Y digo pianista porque ellos si que saben usar las manos). Para mí la mejor canción del mundo. La banda sonora de un amor que no tiene precio.
Y nos dieron las cuatro, las cinco y las seis, entre beso y beso, entre caricia y caricia. Y compartir el humo de un cigarrillo que sabe a gloria. Y de nuevo más y más besos. Y otra vez la sensación de embriaguez.
Borrachos de cariño, ciegos de amor.

Es difícil de explicar, pero entonces llega alguien
completamente diferente que rompe 
tus esquemas sobre la realidad y pasa...
Te enamoras.

4/10/13

Magic

-¿Te gusta la magia? Si eres mago, como reza la placa de tu puerta, seguro que si... Quiero proponerte algo...-Se acerca muy lentamente y acaricia con su mano derecha todos los objetos que hay sobre la mesa de madera- Déjame ser tu ayudante por una noche... Podemos crear ilusiones juntos... Ilusiones que desaparecerán ante nuestros propios ojos. Es un truco espectacular, no podrás negarlo- Le sostiene la mirada durante unos segundos- Yo haré desaparecer tú chistera-Dice mientras la sostiene con ambas manos y se la coloca cuidadosamente sobre la cabeza- Pero no me quedaré ahí- Se acerca más y más a él, que la mira con curiosidad- Se me da muy bien hacer desaparecer las cosas, si chasqueo los dedos haré que pierdas la camisa, la corbata y la chaqueta... Incluso tus bonitos pantalones y esos calcetines, ¿Quién sabe? Quizá algo más.- Le desabrocha lentamente la camisa, uno a uno todos los botones y lo deja ahí con el pecho medio descubierto, se aleja un poco y se sienta frente a él, todavía con la chistera en la cabeza- ¿Qué me dices? Te brindo la oportunidad de no sólo ver, sino también participar en el mejor espectáculo de tu vida y es exclusivo, solo nosotros dos...- Abre un pequeño armario que estaba a su izquierda y saca una botella de Whiskey y dos vasos, la abre y sirve en ambos la misma cantidad.- Tú, yo y un par de estas- Así que, mago de pacotilla, ¿Por qué no me demuestras lo qué sabes hacer? Hazme desaparecer por una noche, y consigue que reaparezca en tu cama.