Lo quería, es cierto, nadie podría haber dudado de que lo deseaba con toda su alma. Desde la punta de los dedos hasta el fondo de su marchito corazón. Pero no lo quería como se quiere a un novio o a un amante, ni si quiera lo quería como se quiere una mascota.

Lo quería por el "que dirán", lo quería como se quiere un clinex, para usar y tirar ... Lo cierto es que al principio no lo quería más allá de sus propios fines, pero poco a poco fue cayendo en su propia trampa. Se perdió en el laberinto que ella misma había creado.
Lo quería porque era libre, porque era un reto, porque la hacía feliz siendo un cabrón.
Bastó una mirada que duró poco más de un segundo para engancharse del todo.
Quería que sus ojos no dejaran de mirarla. Ahí empezaron sus problemas.
Ahí, empezó a enamorarse.
ResponderEliminar¡ME ENCANTÓ! *-*
Un beso! ;)
http://myworldlai.blogspot.com.es/
Y ahí lo quizo en serio, no para mostrar lo que tenía.
ResponderEliminarMe gustó mucho!!
Saludos!
Vengo del blog de elblogdemaku de Inma Luna de nuesta amiga en común, y me ha encantado tu Espacio; por lo cual, si no te importa, me hago seguidor de tu Mágico Rincón.
ResponderEliminarAbrazos.
Y en ese momento lo supo.
ResponderEliminarMe encanto!
Un saludo(:
Wow Ana, te superas.
ResponderEliminarCada vez que entro me sorprendes con algo totalmente nuevo, y he de decirte que esta entrada en concreto...es genial.
Yo también me he sentido como describes, buscando algo, dándolo todo, por un trofeo, algo que es un reto, imposible de conseguir.
Pero luego, poco a poco, te pierdes, y es imposible encontrarte...
El final es perfecto.
Un abrazo corazón!!