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Meet The Author

30/11/13

Famous Last Words

"Podrías haberme avisado antes de marcharte, de largarte por ahí y no volver... Podrías haberme dicho a dónde ibas, así al menos tendría un lugar donde mandar esta carta... 
Me has dejado otra vez, y no puedo esperar a que vuelvas, en cierto modo no quiero volver a verte, te echaré de menos, sí, pero lo superaré tarde o temprano..."
Dejé de escribir porque no podía creerme a mí misma, quemé la carta y cerré los ojos. Tocaron a la puerta y me levanté de mala gana y allí estaba mirándome sin muestra alguna de arrepentimiento, no había nada en sus ojos salvo un mar de inexpresividad. No entró, no me besó, no hizo nada. Pasamos un rato el uno frente sl otro en la puerta sin articular palabra, yo intentaba descifrar qué le pasaba por la mente y el seguía con su mirada vacía fija en mí. Estaba a punto de reprocharle que se hubiese ido sin decir nada, que no respondiese a mis llamadas y que se presentase en mi casa de repente y me mirase en silencio, pero se adelantó a mí.
"Estás embarazada" me dijo, y me acusó de no decírselo, de no quererlo lo suficiente, me preguntó si era el padre... Me dijo una serie de barbaridades y rompió a llorar...
Le expliqué que pensaba contárselo pero que desapareció.
Y volvería a hacerlo.

23/11/13

Hopelessly Devoted To You

-Algún día despertarás sin nada salvo tus excusas- Dije, y cerré la puerta tras de mí dando un portazo.
Empecé a correr de camino a casa, lo más rápido que pude, giré la cabeza y él estaba allí asomado a la ventana, apoyado sobre aquella barandilla, daba caladas lentas al cigarro y la forma en la que el humo salía de su boca le daba un aire misterioso, me miraba fijamente con ese aire de superioridad tan suyo... Seguí corriendo y deseé que bajase a buscarme, que corriese por alcanzarme, pero sabía que no lo haría, estaba seguro de que sería yo la que volvería de nuevo hasta su piso, para disculparme por mi comportamiento... ¿Cómo había podido ser tan estúpida? ... No debí acostarme con él... Me prometí a mi misma que no volvería, que no caería en su trampa... Pero cuando llegué a casa comprobé que no llevaba conmigo el móvil... ¡Mierda!. Volví sobre mis pasos, esta vez más tranquila, ya no estaba en el balcón, subí por las escaleras, y toqué a la puerta, lo tenía decidido, no le diría ni una palabra, haría ademán con la mano para que me diera el móvil y me iría.
Toqué a la puerta y al otro lado se escuchó "Está abierta", sabía que era yo, entré despacio y allí estaba jugando... jugando con mi móvil.... Como si no hubiese pasado nada, como si fuese lo más normal normal del mundo, y en aquel momento me hubiese gustado gritar, pero no fui capaz, paró de jugar y me acercó el móvil, lo cogí temblorosa, había vuelto a perder el valor, de nuevo me había abandonado mi suerte y otra vez más me despierto enredada en sus sábanas de algodón mientras él en la terraza, se fuma otro cigarrillo

¿Acabará esto alguna vez?.

16/11/13

Lie To Me

¿Cuánto me odias?
-Tanto como para decir que no quiero volver a verte.
-¿Y cuánto me quieres?
-Lo suficiente como como para reconocer que lo anterior era mentira.
Aquello fue lo único que hizo falta para comprender que estaban hechos el uno para el otro, pero parece que eso aveces no basta. Estaba claro que se querían, por mucho que se esforzasen por evitar que sus miradas se cruzasen en los pasillos, aunque tratasen de disimular los suspiros de cansancio y desesperación, incluso cuando besaba a su novia tenía que luchar por sacársela de la cabeza y así pasaban los días. A cada hora se decían que a sí mismos que no debían estar juntos, que no era lo correcto, que era mejor que las cosas siguieran tal y como estaban, tonterías. Y es que cuando el amor es tan fuerte lo peor que se puede hacer es ignorar al corazón... Pero no hubo manera de convencerlos, por más que se lo dije a ambos, no quisieron hacerme caso... Nadie más lo sabía yo era la única a la que no se le escapaban las miradas fugaces, las sonrisas... Y cada vez que se decían buenas días, yo pensaba para mis adentros que quizás era un código secreto entre ellos, una especia de lengua inventada para poder expresar en dos palabras todos los sentimientos que tenían guardados... Un día, que nevaba muchísimo, ninguno de los dos apareció por clase... Y desde entonces nunca se supo nada más de ellos...

9/11/13

Love Isn't Always Fair

"Durante tres noches se alimenta, mientras la luna crece y decrece, siente su atracción más que ninguna otra bestia".
Cada vez que hay niebla me acuerdo de ti, de aquella noche, no se veía nada a no ser que estuviese a unos centímetros, y aún así tú me asegurabas que había luna llena, que podías sentirlo. Yo no te entendí, a penas prestaba atención a lo que decías porque solo podía pensar en tus ojos, en que me besases, en cambio tú solo hablabas de tu luna, y pasaba el tiempo, cada vez había más silencio, más espacio vacío entre las palabras... Yo no entendía absolutamente nada, no sabía porqué decidiste llamarme precisamente aquel día, ¿Por qué a mí?... Respiraste hondo y me clavaste la mirada y como si fuese lo más doloroso que hubieses dicho nunca, me susurraste al oído que tenías que marcharte y no sabías si podrías volver alguna vez. Y allí me dejaste, sola, en mitad de un manto blanco tan espeso que resultaba imposible saber donde había una pared, una señal de tráfico...nada... Me quedé sola con un recuerdo, y ese beso de despedida, el único, el mejor de todos... Nada volvió a ser lo mismo, cada noche me siento en el alféizar de la ventana y espero la niebla, y espero a la luna y le pregunto por ti, pero no me responde, la muy celosa te quiere solo para ella... Te echo de menos, vuelve pronto.

Ya Caperucita se dejó de tonterías, ahora lo único rojo que lleva es la lencería.

3/11/13

I Will Always Want you

-¿Qué haces cuando en lugar de mariposas lo que 
sientes en el estómago son avispas asesinas?
-Te tragas todo el insecticida.

¿Las noches son más cortas últimamente o soy yo? ... Fue hace unas semanas, no sé exactamente cuántas (o eso pretendo creer, lo sé de sobra, llevo contando días desde entonces). Era algo que llevaba esperando desde hacía meses, soñando con encuentros como los de mis libros. Quería historias de amor, quería quemarme y jugaba con fuego. No creía en cuentos de hadas, o eso me decía, pero en el fondo lo esperaba, lo deseaba cada noche en silencio.
Y ocurrió, pero fue mucho más fuerte de lo que esperaba. Y aunque me había estado preparando, él entro como una ola inesperada en el mar en calma... Yo tenía la boca abierta y el agua salada me ahogaba, por mucho que luché por salir a flote continué hundiéndome. Hundiéndome en el café de sus ojos y el caramelo de su boca. Nadaba con fuerza contra la corriente de sus palabras, tratando de que no me calaran hondo. Pero no lo conseguí. Cada sonrisa era como un mordisco, un mordisco doloroso y terriblemente placentero a la vez. Como ducharse con agua hirviendo cuando tienes el frío instalado en los huesos. 
Y su voz... Su voz hacía eco en mi cabeza a todas horas, por muy alta que tuviese la música, por muy alto que gritasen mis pensamientos, ellos no tenían energía suficiente para poder acallar sus palabras. Una melodía pegadiza que no puedes sacudirte de encima por mucho que te esfuerces.
Mar, dudas como tiburones, y como único consejo el murmullo de las olas rompiendo contra las rocas.

-No apostaría por el amor aunque me fuera toda la felicidad en ello. 
-Hacer daño a otra persona nunca estará justificado. 

2/11/13

Old Habits Die Hard

Te he traído hasta aquí porque quería contarte algo, quizás si hubiese sido más valiente te lo hubiese dicho en persona...
Hace un par de noches tuve un sueño bastante peculiar, estaba en una habitación repleta de libros con estanterías que llegaban hasta el techo todas llenas de majestuosos volúmenes, algo digno de ver, no estaba sola...Él tenía los ojos marrones con ciertas tonalidades verdes, a mi me recordaron al aspecto que presentan los bosques en otoño, todo un espectáculo, yo caminaba despacio imaginando cuanta información y cuantas historias estarían encerradas entre aquellas páginas, sentía la imperiosa necesidad de leerlas todas, él me ofreció asiento en uno de los sofás que se encontraban justo en el centro de la sala sacándome del ensimismamiento en el que me encontraba sumergida,pero negué levemente con la cabeza, necesitaba ojear un poco más aquella habitación, me encontraba frente a un pequeño cartel que decía 'Mitología', no podía ser de otra manera, acaricié con el dedo cada uno de los tomos de aquel estante y continué vagando por la estancia bajo su atenta mirada, no sabía si me sonreía pero presentía que si, estaba delante de otro cartel, esta vez ponía 'Poesía', me preguntó si me gustaba Catulo y asentí sin girarme a mirarlo absorta en los títulos, y oí como comenzaba a recitar uno de sus poemas, al dar media vuelta y mirarlo directamente a los ojos le pregunté si sabría recitarlo en latín, yo ya conocía la respuesta y comenzó a recitar un precioso 'Vivamus, mea Lesbia, atque amemus' sin un solo error, no dejó de sostenerme la mirada en todo momento y yo no pude volver a moverme desde ese punto, como si en lugar de leerme un poema, me hubiese hechizado con algún tipo de magia negra. Malditos ojos. Maldito bosque de otoño. Maldita yo que me perdí.