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Meet The Author

13/7/13

Stay because i need you

Le gustaba compararlo con un lobo, un lobo de ojos grises. Estas cosas tan raras, eran propias de ella. Me dijo su nombre... No me acuerdo, no me puedo creer que haya podido olvidarlo, lo repetía a todas horas, en fin, ¿Qué mas da?. Al volver de unas largas vacaciones me dijo que aquí no nevaba como allí, una completa locura, aquí nunca nieva. Quizás fuese una metáfora, pero en aquel momento no la entendí. Juraría que perdió el norte, el sur, el este y el oeste, recuerdo que llegó a contarme que en las noches de luna llena, él levantaba pesas y después salía a dar una vuelta, se sentaba en un banco del parque y divagaba durante un par de horas. Yo no sabía que pensar, ella sabía demasiado y él tan siquiera la había mirado dos veces. Maldita obsesión que la estaba consumiendo. Las tardes empezaban a ser monótonas, cada una de ellas pasaba entre avalanchas de adjetivos, me comentaba todos los aspectos positivos que creía saber de él, y algunos creo que se inventaba, pese a todas estas descripciones exhaustivas, ella mantenía que no encontraba palabras para describirlo. Si de algo estoy segura es de que cada día repetía más la palabra 'lobo'. A veces lo parecía, aunque siempre iba solo, si realmente hubiese sido un lobo probablemente hubiese sido el desterrado. Y aunque no quería admitirlo me picaba la curiosidad ¿Quién era él?. Aunque lo había visto muchas veces, recuerdo el día que lo miré de verdad. Estaba sentado en el respaldo de un banco, con los pies en el asiento y tenía un cigarrillo, el humo me recordó al vaho que producían los lobos al respirar en invierno, su humo flotaba enredándose en el aire y yo, como ella hacía, me quedé ensimismada mirándolo. Siempre estaba serio, podía estar elegante con esos vaqueros rotos y una camiseta, simple, atractivo. Su pelo despeinado tenía cierto orden, armonía. Ahora podía entender la locura en la que ella estaba cayendo, era imposible no caer. La última vez que fui a verla tenía ojeras, ella tenía ojeras, me extrañó tanto ¿Es que acaso no dormía?.
Fuimos amigas. Fue nuestro lobo. Tuve que huir o habría acabado por volverme loca.

Pd: He decidido pasar las historias que tenía en el otro blog, y esta es una de ellas. Espero que os guste.

7 comentarios:

  1. Un relato inquietante,que queda en una especie de suspense que quizás,nos deje también a nosotros,los lectores con ojeras..o sin dormir..
    me encanta.

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  2. Me gusto mucho este relato, creo que las dos ya habían caído con el, ¿no? Ha de ser terrible, no solo por como el es, al parecer tan indiferente a todo, sino porque ellas eran amigas...
    Un beso enormee, y me parece por aquí cada vez que tengas nueva entrada ♥

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  3. Me ha encantado! Excelente relato y que hayas metido a un lobo, pfff esque yo amo los lobos. Me estremeció y fascino a la vez!
    Saludos :)

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  4. Es GENIAL. Por favor, sigue escribiendo, que esto es adictivo. Engancha muchísimo la historia.
    Yo también adoro Grecia y Roma. Ante todo la era helenística. Mi Alejandro Magno. *-*
    Bueno, espero que sigas escribiendo, y te invito a pasarte por mi blog: http://velichestvoliz.blogspot.com.es/
    Un saludo.

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  5. No me canso de repetir que adoro tus historias, y como las escribes! Excelente

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  6. Oh, esta entrada la leí en el otro blog tuyo y me encantó...
    Hay gente capaz de transmitirte mil sensaciones sin ni siquiera articular palabra. Gente especial, misteriosa, o como yo les llamo, coleccionistas de atardeceres :)
    ¡Un beso muy muy muuuy grande! <3

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Leo todos los comentarios, y trato de pasar y comentar por cada uno de los blogs, por favor no hagas spam ya que yo no paso por tu página a publicitar la mía. Muchas gracias.