Cáncer

No recuerdo haber vivido una situación peor, piel pálida, ojos llorosos, la vitalidad ha desaparecido. Puto cáncer. Estaba tan débil, yo intentaba luchar contra el nudo de la garganta, pero no podía, tan siquiera ahora puedo contener las lágrimas, no debí haber ido, yo no quería verlo así. Ha sido demasiado. Tan cansado y tan indefenso, los recuerdos de mi infancia me golpean más fuerte de lo que nunca habría pensado que fuese posible y todavía no es nada, lo peor está por venir. Que poco tarda el mundo en venirse abajo, lo curioso es que antes de que me lo dijeran yo ya lo sabía, y ahora cada día que pasa, cada minuto que pasa sabes que el final esta cerca y este no es el último golpe que voy a recibir de esta forma, pero si el primero, que duro es esto. He pensado en encomendarme a Dios por si existe, que me escuche y conceda un milagro de los suyos, así es como los ateos renacen cristianos, y a veces así es como los cristianos se vuelven ateos, porque a fin de cuentas esto es lo único que te queda cuando la desesperación llama a tu puerta y se agotan todas las esperanzas.