Tiene que ser dulce morir besando, matar callando.
Rencor es lo que queda cuando el odio se rinde al tiempo, la esperanza es lo último que se pierde, pero a fin de cuentas se pierde. La pena vive con nosotros incluso cuando superamos la tristeza. Los celos y el orgullo siempre están ahí para morderte. La alegría se va tal y como viene y el recuerdo ya no es lo mismo. El valiente se degenera y pasa a ser bravucón. Los miedosos lo perderán todo. La cobardía transforma a las personas en ratones. El amor con el paso del tiempo es solo cariño. Y eso solo con los sentimientos y las emociones. La fruta se pudre, las amistades se rompen, los cadáveres se descomponen, los lazos desaparecen, las cosas se deterioran, la gente muere... Si quedaba alguna duda, queda aclarado, el tiempo lo acaba con todo. Peor que Atila y el General Invierno, peor que una guerra, peor que las bombas nucleares. No se puede parar el tiempo, no se puede impedir su avance, no se puede negociar con él, no puedes matarlo. Sólo puedes rendirte.
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